Consiste fundamentalmente en la utilización del cristal como un instrumento de sanación pranica, ya que estos son:
Condensadores de energía, pues absorben, almacenan, proyectan y concentran las energías sutiles
Son programables, pues poseen consciencia mas no voluntad, por ello, al programarlos reciben la orden de proyectar la energía sanadora.
Son activadores de los chakras o vórtices energéticos. La sola postura del cristal programado sobre un chakra o vórtice energético, le permite a este agrandarse, girar con mas rapidez, concentrando la energía necesaria para su sanación.
Dentro de los males que en los tiempos modernos nos aquejan y que pueden ser contrarrestados a través de terapias con cristales, están:
Depresión, fatiga, trastornos del sueño, pérdidas, adicciones, impaciencia, la mentalidad victimista, actitudes de dominio, hiperactividad, la ira e irascibilidad, el agotamiento, la timidez, etc. Igualmente, problemas a niveles físicos.
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